IMAGEN FILOSÓFICA

 

¿EXISTE UNA FELICIDAD VERDADERA Y UNA FELICIDAD FALSA?

 La existencia de la felicidad verdadera y la felicidad falsa ha sido un tema a debatir durante mucho tiempo, debido a que estamos constantemente preguntándonos si somos felices realmente con la vida que llevamos o si conseguiremos alcanzar algún día esa felicidad que todos tanto tratamos de encontrar.

Para comenzar la reflexión sobre la existencia de la felicidad verdadera y falsa es necesario saber qué es la felicidad. A pesar de ser un sentimiento difícil de especificar, se suele definir a esta como una sensación de bienestar, y debido a esto se suele vincular con llegar a alcanzar las metas marcadas por los seres humanos, pero cada una de esas metas son distintas dependiendo de cada persona, ya que no todos entendemos la felicidad de la misma manera, y es por ello que esta es subjetiva. Cada uno tiene el secreto de su propia felicidad.

Tras haber analizado en que consiste la felicidad considero que es un sentimiento muy difícil de alcanzar completamente, es más, creo que es imposible, ya que creemos que la felicidad precisa de lo externo, por lo que siempre queremos algo que no tenemos, y defendemos que hasta que no lo consigamos nunca seremos felices. El problema es que al alcanzarlo, vamos a volver a reclamar algo de lo que no precisamos, entrando así en un bucle interminable. 

Pienso que solo alcanzamos la felicidad en situaciones concretas, pues si esto no fuera así todos viviríamos en un estado de satisfacción continuo, y debido a todo ello considero que la felicidad verdadera no existe, pues al fin y al cabo nunca estaremos conformes con lo que tenemos, además de que estamos constantemente viviendo situaciones que nos hacen daño y sufrimos problemas que provocan que nunca lleguemos a ser felices completamente. Lo único que existe son momentos en los que nos llegamos a crear que lo somos, pero todas esas buenas rachas acaban, y dejaremos de experimentar ese sentimiento de bienestar a lo que denominábamos ser felices.

En conclusión, creo que la verdadera felicidad no es real, sino que lo que existe es la felicidad falsa que nos hace experimentar esa sensación temporal de fortuna, pues puede ser que con lo que creo ser feliz hoy, el día de mañana no me llene y no lo sea.

CRÍTICA A LA CLASE DE FILOSOFÍA

Este año ha sido la primera vez que he cursado filosofía, por lo que no podré comparar la clase con otros años, pero lo que si que puedo afirmar es que me ha sorprendido mucho y me ha parecido muy interesante. Nunca antes había estudiado filosofía, y debido a ello no tenía muy claro de que se trataba ni que se estudiaba o se realizaba en esa asignatura.

Me esperaba clases completamente teóricas, en las que se explicaran cada uno de los filósofos y sus pensamientos, que más tarde debería memorizar y soltar en el examen, pero estaba muy equivocada, pues la filosofía te hace reflexionar y razonar lógicamente sobre muchos aspectos que antes desconocía, o que conocía pero no me paraba a meditar en ello. Gracias a ella ahora puedo comprender fenómenos de la vida social y política para los que muchas veces la ciencia no tiene una clara respuesta.

Además, pienso que el profesor y su manera de impartir las clases han sido determinantes en el pensamiento tan positivo que tengo sobre la filosofía, pues hace las clases muy entretenidas y amenas, capturando toda la atención de los alumnos y explicando todo siempre con ejemplos y detalladamente. Un punto muy positivo acerca de él es que siempre intenta que quede todo claro, y que nadie se quede con ninguna duda. Es un profesor que no sólo te suelta la teoría y ya, también nos habla de cultura general, que nunca viene mal.

También me parece muy bien que se realicen cuatro exámenes por trimestre, (cada uno de un tipo), pues si te sale uno mal siempre tienes la opción de subir la nota con el resto. Aparte de que si se te dan mal los exámenes teóricos puedes compensarlo con el examen práctico. Aunque un factor en contra acerca de los exámenes prácticos es que no basta con saberte la teoría, pues debes de razonarla y aplicarla en ejemplos, que es algo para lo que yo necesito algo más de tiempo, y muchas veces este me falta.

En conclusión, pienso que las clases de filosofía me han ayudado a replantearme el mundo y por ello son muy importantes, pues ahora tengo pensamiento propio y crítico, del que antes de conocer esta asignatura no hacía uso.